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Revista Servicio 280 - Edición Especial Aparecida

Editorial

Aparecida, Iglesia al Encuentro

La V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe ha sido un momento de gracia para la Iglesia. Desde el momento en que el Santo Padre Juan Pablo II la convocó, acogiendo un gran deseo de las Conferencias Episcopales y del Consejo Episcopal Latinoamericano, esta instancia de encuentro de los Obispos del continente se ha presentado como un trabajo que continúa el camino de renovación recorrido por la Iglesia Católica desde el Concilio Vaticano II y en las anteriores cuatro Conferencias Generales.

Para las comunidades eclesiales de Chile, ha sido también una experiencia significativa. En efecto, el proceso preparatorio, que incluyó una amplia participación de las comunidades, concluyó en un documento de Síntesis cuyos contenidos fueron ampliamente recogidos en las conclusiones finales. De este modo, percibimos que el diagnóstico, el discernimiento, los criterios y las opciones que este documento ofrece no son temas que nos resulten ajenos.

Sin lugar a dudas, y recogiendo el testimonio de los chilenos que participaron en la V Conferencia, este Documento Conclusivo debe leerse a la luz del espíritu con que se vivió esta experiencia: ante todo en un clima de fraternidad y comunión, marcada por la palabra iluminadora y por los gestos sencillos y afectuosos del Santo Padre Benedicto XVI, y moldeada por el sello del Santuario Mariano de Nuestra Señora Aparecida que acogió este encuentro, a través del peregrino siempre presente, en su devoción, en su amor a Cristo, a la Virgen y a su Iglesia.

A los participantes en esta V Conferencia, y a todos quienes desde sus comunidades aportaron reflexiones y propuestas, agradecemos con inmensa esperanza este Documento Conclusivo que se ha puesto en nuestras manos y que se convierte, para toda la Iglesia en Chile, en una gran tarea. Lo recibimos en un tiempo de escucha, en que -con el mismo espíritu de Aparecida-, queremos acoger el aporte de toda la Iglesia para la preparación de nuestras próximas Orientaciones Pastorales. Creemos que los frutos de Aparecida y de la Asamblea Eclesial que celebraremos en octubre de 2007 se traducirán en palabra inspiradora para nuestra realidad nacional y eclesial, en los tiempos que vivimos.

Desde Aparecida, Brasil, los pastores delegados nos ofrecen el fruto de este “nuevo Pentecostés”. Nosotros queremos acogerlo, a partir de las realidades particulares que enfrentamos, con la mejor de las voluntades. Quisiéramos que este renovado anuncio de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, sea una fuente que revitalice la fe y el amor de tantos discípulos misioneros suyos en el continente. Confiamos en que este nuevo soplo del Espíritu traerá una vida más plena a nuestros pueblos. A la Virgen Santísima encomendamos este propósito.

Cristián Contreras Villarroel
Obispo Auxiliar y Vicario General de Santiago
Secretario General de la CECH