Testimonios de la Tercera Asamblea Eclesial

Jueves 29 de Diciembre del 2022
Entre los 600 participantes de la asamblea, hubo personas provenientes de diversas zonas del país. Qué los motivó a participar y las esperanzas con los que retornaron a sus comunidades, son algunos de los temas abordados a continuación.

Nery Manutomatoma, de Rapa Nui, participó en la Asamblea en nombre de la comunidad de la Parroquia de la Santa Cruz de Isla de Pascua. “Vengo representando a mi pueblo. El obispo fue a la Isla a contarnos de esto y decidí que tenía que participar junto a mi hija. A los 18 años empecé a acercarme a la iglesia, me casé y seguí sirviendo porque creo que la fe es la vida misma. Sirvo con amor y creo que lo que me hace feliz es cumplir lo que Jesús me manda, hacer su voluntad para su gloria”. Respecto de cómo se ha vivido el proceso en Rapa Nui, Nery dice que “lo estamos haciendo por primera vez. Pero la sinodalidad para mí no es nueva, porque caminar afirmando la fe, no me es desconocido. Lo digo con plena confianza y amor que le tengo a Jesús. El espíritu de Dios está entre nosotros, hay que mirar hacia adelante, tenderle la mano al otro. La crisis de la iglesia la vivimos con mucho dolor, porque uno es ser humano. Con el transcurso del tiempo he podido captar cuánto Jesús amó al mundo. No podemos permanecer ahí, porque la vida continúa. Para mí ha sido un dolor, porque es mi fe”.

Martín Del Solar, de la Comisión Familia y Vida de Arica, relató que su familia es sobreviviente de abuso eclesial y ese hecho fue motivo suficiente para viajar miles de kilómetros hacia Santiago para participar de la Asamblea. “Mi familia sufrió abuso por parte de un sacerdote, tendríamos que haber salido hace rato de la iglesia, pero Jesús nos agarró, nos puso en el camino y mira dónde estamos”. “Tenemos mucha esperanza que vayamos de a poco sanando las heridas de la Iglesia. Nos ha parecido que la actividad está muy bien organizada, tiene una estructura, contenido y lo más importante es que no partimos de cero”.

Belén Salinas, de la diócesis de Chillán, manifestó al iniciar la asamblea su esperanza que fuera “un momento de encuentro, escucha y de discernimiento donde podamos exponer nuestra realidad y la de todas las diócesis de Chile, donde podamos compartir la fe, el amor y la unión que es lo más importante . Casi finalizando el encuentro, diría: “me voy contenta y agradecida porque siento que estamos en una misma sintonía de intentar hacer mejorar a esto que amamos tanto. Estamos con mucho ánimo y unión. Con una sensación de alivio, que vimos reflejados en la síntesis los puntos importantes que queríamos tratar” agregando que “como joven he sentido que se valora la opinión de nosotros, lo que se vio plasmado también en este trabajo que se realizó".

Silvia Valencia, quien participó desde La Serena junto a su esposo, destacó que se sintió identificada con los demás participantes: “Saber que mis dolores, alegrías y esperanzas son las de las otras diócesi . Ha sido un despertar a la esperanza, a creer que podemos ser una Iglesia nueva y mejor.

Revisa estos y otros testimonios de la Asamblea en el Video de YouTube.

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